viernes, 27 de marzo de 2015

De pronto escuche ese sonido y mi cuerpo me remontó a un lugar donde nunca estuve, allí mismo donde murió un héroe, aunque solo el sabia cuan héroe había sido, porque para el resto solo fue un mortal que se anduvo equivocando en la vida. Allí mismo, donde el día de su funeral lloró tanto esa mujer de chompa gris que al final el que le dio la ultima pala de tierra a la tumba le pregunto porque lloraba si ni lo conocía, y ella respondio estoicamente: nadie debería irse a la otra vida sin que se hayan derramado lagrimas en su tumba sean estas de tristeza, alegría o como las mias que no se como se explicarían; al final de cuentas el de alla arriba cuando me muera y nadie este presente como ahora, me enviara a alguien para que por lo menos derrame una lagrima por mi, aunque esa lagrima salga por un estornudo.               

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